El poeta es un fingidor:
finge tan de verdad
que llega a fingir de veras
lo que de verdad siente...
Y, en el dolor que han leído,
a leer sus lectores vienen,
no los dos que él ha tenido,
sino solo el que no tienen.
Y así en la vida se mete,
distrayendo a la razón,
y gira, el tren de juguete
que se llama corazón.
Fernando Pessoa
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