domingo, 13 de diciembre de 2009

Ni contigo ni sin ti...

La ambivalencia del amor: amar cuando no nos aman y no amar cuando nos aman... Y en este galimatías universal, la existencia toma forma y se define por una tensión que, de no producirse, agotaría y aniquilaría la propia vida.


Soy la voz que resuena
Cuando guardas silencio,
El hálito que empaña
Cuando te alejas
Y dejas de mirar
Por la ventana,
El sudor que escuece
Los ojos
Cuando sencillamente duermes,
La gota de sangre que humedece
La piel
Cuando ya has cicatrizado
Las heridas,
Las lágrimas que conmueven
Cuando engañas
Y te ufanas de ello,
Y las lágrimas que engañan
Cuando tus ojos me perforan
Y quieren adormecer mi corazón,
Pobre vagabundo
Que te observa
Desde el inmundo arrabal de su orgullo.

No hay comentarios: