lunes, 4 de mayo de 2020

LA ASTROLOGÍA EN EL "CANCIONERO" DE PETRARCA

Lejos de ser esto un serio estudio acerca de la presencia de la astrología en la inmortal obra de Francesco Petrarca (1304-1374), comparto una muestra de fragmentos poéticos de este libro basándome en la presencia del vocablo "estrella/s" en los mismos, con atención a los textos en los que dicho vocablo se usa desde un punto de vista de influencia celeste. No dispongo del texto en mano, me baso en una edición que circula en Internet en PDF.

Antes de proceder a la exposición de la muestra, os dejo unas breves palabras acerca de esta obra. El Cancionero de Petrarca es un poemario amoroso que canta el amor del poeta hacia Laura, personaje real, haciendo un recorrido que va desde el encuentro con la dama hasta la muerte de esta, pasando por las diversas fases propias de toda historia de amor: el amor correspondido, los celos, los distanciamientos, las dudas acerca del amor del poeta o de la dama, etc. Este libro es pieza clave en la historia de la poesía europea, considerado como el primer pilar moderno de toda la obra poética de Occidente. De hecho,casi se puede decir que Europa ama al estilo de Petrarca, si bien los tiempos y la concepción que del amor se ha ido formando a lo largo de ellos han introducido diferencias, matizándolo, eliminando elementos superfluos, etc., siempre en adaptación a los códigos sociales de cada época. Recomiendo su lectura.

Comienzo con la selección de textos en los que se aprecia cómo la idea de un destino emanado del cielo está muy presente:

Cuando la noche ahuyenta al claro día,
y lo que es mi tiniebla es de otro el alba,
pienso en la crueldad de las estrellas
que me han formado de sensible tierra;
y al día yo maldigo en que vi el sol,
que me da aspecto de hijo de la selva.

El anterior fragmento procede de la Canción XXII. Aquí se ve cómo las "estrellas" son crueles y han formado al poeta de una tierra (cuerpo) sensible, reconociendo la influencia del cielo.

No creo que paciese nunca en selva
ser tan feroz, de noche ni de día,
cual la que en sombras lloro y bajo el sol;
no el primer sueño cánsame, o el alba:
que, aunque sea mortal cuerpo de tierra,
viene mi firme amor de las estrellas.

Este fragmento procede de la misma Canción XXII. Aquí se afirma que el amor es firme porque viene del cielo. Esto es una vieja tradición que se ha perpetuado en la poesía posterior, como se ve en la obra de Lope de Vega El caballero de Olmedo, donde se dice igualmente que el amor es algo que tiene que venir del cielo.

Cobra entonces valor Saturno y Marte,
crueles estrellas; y Orión armado
timón y velas al marino parte;

Se trata de uno de los tercetos del soneto XLI. Vemos cómo los planetas tradicionalmente considerados maléficos en la astrología, Saturno y Marte, son denominados como "crueles estrellas", en un texto en el que el alejamiento de la dama parece relacionado, entre otros factores que menciona el poema, con la influencia de estos dos planetas.

¿Qué digo? ¿dónde estoy? ¿y quién me engaña
sino yo, y desear más que debiera?
Pues si en el cielo voy de esfera a esfera,
veo que ningún astro en mí se ensaña.
Si mortal velo mi mirada empaña,
¿quién culpa a las estrellas
y a tantas cosas bellas?

Fragmento de la Canción LXX. El poeta, preso en un amor que le consume, busca la causa en su ceguera, no en la influencia de los astros. Se ve cómo hay una referencia a la cosmovisión ptolemaica, cuando habla de que en un hipotético viaje de "esfera a esfera", siendo cada una de ellas asociada con un "astro", no hay culpa celeste en el amor que profesa a Laura más allá de sí mismo.

Que hace una mala estrella, se dijera,
que nos deteste el cielo:

Fragmento de la Canción CXXVIII. Este poema es un repaso poético a la historia de Italia. Se ve claramente cómo esa "mala estrella", posible alusión a haber nacido en tal momento, hace que el cielo no sea benigno. De nuevo la influencia astral.

Bajo estrella cruel (si tiene el cielo
poder en nuestra suerte) yo he nacido;

Inicio del Soneto CLXXIV. El poema se centra en describir la crueldad de la dama. La referencia a la influencia de los astros es aquí muy clara.

Yo iría, si no fuese por mi estrella,
a pedir a Piedad mi panacea.

Fragmento del Soneto CCIII. Tras quejarse de la indiferencia de Laura, el poeta dice que buscaría un remedio si su "estrella" se lo permitiera, como si se le hubiese negado desde el nacimiento tal privilegio.



En fin, paro aquí la muestra. Hay más textos en los que se aprecia cómo la astrología, entendida como ciencia del influjo astral, opera con bastante claridad en la obra de Petrarca.

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